TERAPIA DE JUEGO Y PSICODIAGNÓSTICO

PSICOTERAPIA INFANTIL: DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO

creatividadninos

TERAPIA DE JUEGO

Comenzaré por definir juego y lo que implica intentando abarcar su complejidad, analizaré el papel del terapeuta en el proceso de juego pasando a enunciar aspectos específicos de cara a la práctica.

El juego siempre es acción. Una acción que transforma la realidad, un doble proceso donde las sensaciones se proyectan en el juego y luego se acomodan para actuar en la realidad. El juego como herramienta terapéutica, en si es terapéutico dado que saca del vació. Se da en relación e instrumentaliza la realidad dando soluciones en el cómo sí.

Lo que enferma es la no capacidad de simbolizar, es decir, aquellos afectos que pasan al inconsciente y que no se pueden resolver. El juego es un espacio transicional, no es totalmente de fuera ni de dentro así es como los niños elaboran la separación con objetos cargados de afectos.

Con el juego, a través de la representación del acto el niño se hace dueño de la situación, manejando la realidad vista como dolorosa se representan esquemas y se pasa a la palabra. Por lo tanto, si el niño juega hay capacidad de elaboración.

El niño o niña no puede resolver la realidad cruda, las soluciones de frente taladran y no se elabora, por eso es tan importante mover los afectos en el juego.

El papel del terapeuta es ir traduciendo las sensaciones para ayudar a masticarlas y digerirlas. Es una labor de acompañamiento no neutral, el terapeuta actúa, sirve de espejo adulto, y da un piso firme.

Motivar, empujar al juego y expandir son la triada de la sincronía. No es necesario entender todo, más importante es seguir el ritmo donde hay más acto que palabra. Es el niño o la niña quien propone porque de lo contario sería él quien entrara en el mundo adulto  y no al revés. Vital señalar más que preguntar, estar más en la sensación que racionalizar, no educar si entrar dentro de su mundo afectivo. Y lo más importante, expandir, insistiendo en una respuesta del niño facilitando así que avance  por distintos niveles simbólicos y tenga mayor plasticidad para enfrentar las dificultades.

De cara a la práctica el magnificar supone remarcar el juego para que aceptando al niño este se sienta validado dentro de su experiencia. El juego es importante tenerlo en cuenta como una relación de ida y vuelta porque si se constituye como algo repetitivo se tratará más bien de una descarga.

El juego se puede usar como herramienta diagnóstica y también como parte del tratamiento.  Es parte del psicodiagnóstico infantil. En este caso la integración de aspectos psicoanalíticos para el diagnóstico y aspectos gestálticos para el tratamiento de cara al uso de diferentes herramientas son fundamentales y  en mi  práctica profesional es oportuno y válido integrarlos en la psicoterapia integrativa. Es por ello que en el  Centro de Psicoterapia la terapia  Arrate Garitaonandia el abordaje de la la terapia de juego es un elemento fundamental en el psicodiagnóstico infantil.